Tarta mousse de fresas con corazón de nata

Esta receta la vi en el blog de Ana en la Cocina y la realicé aunque con alguna pequeña variación. La tarta tiene una apariencia muy bonita y el sabor es muy rico, aunque las fotos no dicen verdad porque la llevé a una comida al aire libre a 90 km de mi casa y claro, el transporte, el no tener el lugar preparado como cuando estás en tu propia casa, hizo que no pudiera dedicarle el tiempo que le dedico en otras ocasiones. Os la recomiendo porque a pesar de la preparación que es larga, es muy fácil de hacer y con unos resultados muy satisfactorios.

Ingredientes:

Mousse de nata:
100 g de nata líquida
50 g de azúcar avainillado
4 hojas de gelatina
400 g de nata semimontada
300 g (yo puse 400 g) de fresas cortadas en trocitos.

Merengue Suizo:
2 claras de huevo
140 g de azúcar

Mousse de fresas:
600 g de fresas
200 g de merengue suizo
6 hojas de gelatina
500 g de nata semimontada

Base de bizcocho:
(Ana nos remite al blog de Carlos Valencia, yo hice uno con los ingredientes que os paso a continuación pero si queréis mi humilde opinión, os diré que la próxima vez haré la base típica de galleta y mantequilla ya que creo que tiene que quedar muy rica y se acorta bastante el tiempo de preparación).

2 huevos
50 g de azúcar
50 g de harina

Modo de hacerlo:

Mousse de nata:
Calentar los 100 g de nata junto con el azúcar sin que llegue a hervir.
Disolver en esta mezcla la gelatina, previamente remojada en agua fría removiendo bien.
Una vez tibia la mezcla, añadir los 400 g de nata semimontada con movimientos envolventes.
Incorporar las fresas cortadas y mezclar.
Verter la mousse en un molde de 20 cm y meter en el congelador hasta que esté totalmente congelada.

Merengue suizo:
Mezclar las claras con el azúcar. Calentar suavemente al baño maría removiendo bien hasta que se disuelve el azúcar.
Sacar del baño maría y montar con una batidora (yo Thermomix) hasta que esté consistente y y brillante.

Mousse de fresas:
Triturar las fresas, pasar por el colador muy fino para que no pasen las semillas.
Calentar 100 g de puré y disolver en él la gelatina previamente remojada en agua fría. Juntar con el resto del puré y mezclar bien.
Incorporar el merengue al puré de fresas y mezclar para aligerar la masa.
Añadir la nata semimontada con movimientos envolventes, con cuidado de que no baje la mezcla y asegurándonos de que quede con un color uniforme.

Base de bizcocho:
Batir el azúcar con los huevos hasta que doblen el volumen.
Tamizar la harina y añadir de forma que no baje mucho la mezcla. Poner al horno ya caliente a 180º en un molde de 25 cm.

Composición de la tarta:

Sobre el bizcocho que tenemos en el molde de 25 cm, una vez que está frío, colocamos la mousse de nata congelada. Este bloque de mousse congelado, yo lo cambié de la receta inicial y puse lo de abajo para arriba, así las fresas quedaron situadas más hacia el medio de la tarta en lugar de quedar a la parte de abajo, tocando el bizcocho. A continuación verter por encima la mousse de fresas y intentar nivelar lo máximo posible la superficie para que quede lo más lisa posible. Yo me ayudé de una espátula.

Meter en la nevera y dejar enfriar. Yo lo congelé porque lo hice de un día para otro pues como os decía al principio, tenía que transportarlo a 90 km de mi casa. Eso sí, hay que comerlo bien descongelado para que se aprecie bien la mousse.