Amasar con las manos hasta formar una bola. Incorporar la mantequilla a temperatura ambiente y cortada en trocitos.
Trabajar esta masa hasta ver que ya no se pega a las manos (un mínimo de 15 minutos) y que la masa tiene una especie de brillo.
Lo introducimos en un bol tapado con un paño de cocina y lo dejamos reposar hasta ver que casi ha doblado su volumen (más o menos 2 horas).
Volver a trabajar la masa para eliminar las burbujas de aire que se producen durante la fermentación.
Formar un cilindro con la espátula o un cuchillo, cortar porciones de aproximadamente 65g para que así salgan todas similares.
Colocar los bollos separados entre si, aplastándolos ligeramente, en dos bandejas de horno forradas con papel de hornear, pintar con huevo batido y dejar reposar en un lugar templado sin corrientes de aire hasta que doblen su volumen.
Precalentar el horno a 210 grados.
Cuando los bollos hayan doblado su volumen, pintar de nuevo con el huevo batido, hacer un corte a lo largo (con una cuchilla o cuchillo bien afilado), poner el azúcar humedecido con agua a lo largo del corte e introducir en la parte baja del horno previamente calentado.
Hornear en dos tandas durante unos 7 minutos aproximadamente, ya que esto depende de cada horno.
Retirar y dejar templar.
Poner en el vaso la leche y la levadura y mezclar 10 seg velocidad 3.
Añadir 4 huevos, la harina, 75 g de azúcar y la sal y amaser 2 minutos velocidad espiga.
Retirar el cubilete, programar 6 minutos velocidad espiga e ir añadiendo por la abertura de la tapa, de uno en uno, a intervalos de aproximadamente15-20 segundos, los trozos de mantequilla. Dejar reposar la masa en el vaso hasta que doble su volumen.
Retirar la masa y pasarla a una superficie espolvoreada con harina. Formar un cilindro con la espátula o un cuchillo, cortar 14 porciones de aproximadamente 65g para que así salgan todas similares.
Colocar los bollos separados entre si, aplastándolos ligeramente, en dos bandejas de horno forradas con papel de hornear, pintar con huevo batido y dejar reposar en un lugar templado sin corrientes de aire hasta que doblen su volumen.
Precalentar el horno a 210 grados.
Cuando los bollos hayan doblado su volumen, pintar de nuevo con el huevo batido, hacer un corte a lo largo (con una cuchilla o cuchillo bien afilado), poner el azúcar humedecido con agua a lo largo del corte e introducir en la parte baja del horno previamente calentado.
Hornear en dos tandas durante unos 7 minutos aproximadamente, ya que esto depende de cada horno.
Retirar y dejar templar.